Las pocas zonas libres que quedan en este Campus de la Cartuja cuentan con una frondosa vegetación, en su mayoría de almendros, y generalmente, tienen buenas vistas hacia la ciudad. Esto nos llevó a plantearnos en el concurso que el edificio se debía adaptar al terreno, manteniendo en lo posible, el máximo de arbolado y el perfil topográfico original. De esta manera, nos envolvemos con la naturaleza y podemos disfrutar de las miradas hacia la ciudad, convirtiendo la construcción en un “mirador”. El acceso se realiza paseando, tanto en vehículo como peatonalmente, hasta llegar a la plataforma de entrada. El acceso al edificio se realiza por la cota superior del solar al vestíbulo principal. Éste se prolonga hasta cubrir por completo el Centro de Emergencias 112, convirtiéndose en una terraza ajardinada mirador hacia la ciudad. El vestíbulo de acceso común se formaliza como un pórtico de hormigón visto con la máxima transparencia en sus planos verticales y con un espacio en doble altura, para acceder en su cota superior al IAGPDS y por la inferior al Centro de Emergencias 112. Los volúmenes que albergan el 112 y el IAGPDS cuentan con un  carácter funcional muy distinto de manera que esto se traduce en su configuración final. El 112 se constituye a modo de mirador en su sala principal, la sala de operadores, y con una distribución de salas y despachos en torno a dos patios interiores. Su piel muy cerrada al exterior se construye en hormigón negro con textura. El IAGPDS, construido en hormigón blanco, cuenta con una galería abierta al jardín interior de almendros  y los despachos o salas especializadas tienen aberturas verticales que focalizan las miradas al arroyo.